*...мαя¢ιαиOмαи...*

Hacía un día espléndido en villa Urano, después del tremendo follón con el teatro Manzana, todo había vuelto a la normalidad.
En este agradable plantea vivían, claramente, extraterrestres, y entre ellos vivía un marciano que era superhéroe, se llamaba marcianoman. Este vivía en una casita con su hermana, Marcianiwoman, y los dos eran allí muy felices.
Un día marcianiwoman salió a comprar el pan y vio un tremendo nubarrón de gente apelotonándose sobre el borde de Villa Urano, se asomó a ver que pasaba, aunque con tanta gente era imposible de ver algo, así que se empujó como pudo hasta el borde de este planeta, y vio un pequeño resplandor de color rojo en un pequeño puntito del universo. Quiso avisar a marcianoman, pero este seguía durmiendo, y se tuvo que esperar a que se despertase. Ya eran las 14:00 y marcianoman seguía durmiendo, marcianiwoman no aguantaba más y lo despertó. Le contó lo que estaba sucediendo en ese pequeño punto del universo y el extraterrestre, al seguir medio dormido, no hizo ni caso y se puso a desayunar (cereales special k, por si os interesa)
Marcianiwoman, ya harta de este vago marciano, le hecho un cubo de agua encima y le dijo que fuese hasta allí a ver que eran esas chispitas rojas, y el marciano vago, harto de la extraterrestre marimandona, cogió su nave espacial y fue directo hacia esas llamas. Por desgracia, en el momento de aterrizar en ese punto (que era un planeta) se le quemó el motor y cayó directo al mar. Marcianoman tuvo que ir nadando hacia tierra firme, y de vez en cuando una sardinita o un pequeño pez payaso le hacia cosquillas en los pies, esto le gustaba, pero cuando veía tiburones...
Marcianoman por fin llegó a la costa. Fue corriendo hacia las chispas, que ahora eran mucho más grandes vistas desde ese planeta, y mientras corría hacia ellas, casi pisa un pequeño grupo de hormigas, aunque por suerte ninguna salió herida, siguió corriendo cuando de repente vio lo que era ese resplandor... ¡un grupo de indios! Solo estaban haciendo una hoguera para comunicarse con otro grupo de estos y a marcianoman casi le da algo... con todo el viaje que había tenido que hacer, lo único que había conseguido era estar a punto de matar a miles de hotmiguitas... aunque, por otra parte, la situación era muy graciosa, y además había visto otra pequeña parte del universo, así que se empezó a reir y los indios le invitaron a un café. Marcianoman salió recompensadso de esta situación. Y tanto humanos como marcianos fueron felices.

Pero, ¿Que pasó con las hormigas a las que casi pisa Marcianoman? pues esa es otra historia que tendrá que ser contada en otra ocasión